El histórico supermercado cambia el modelo de su nave insignia con nuevos locales y un fresh market.
La cadena rosarina afronta un plan de renovación y ampliación. Las obras en su sucursal de Fisherton ya están en curso y tienen fecha de inauguración
Uno de los jugadores históricos del supermercadismo local se dispuso a afrontar un plan de renovación y ampliación que va más allá de un cambio de imagen. La cadena de supermercados La Gallega eligió iniciar este proceso en su sucursal del barrio de Fisherton, su nave insignia, que funciona desde hace 25 años en la esquina de Eva Perón y la colectora de Av. Circunvalación. Las obras ya se iniciaron y contemplan cambios estructurales además de la incorporación de locales comerciales y un espacio diferenciado para los productos frescos.
“La compañía decidió poner en valor este edificio que estaba adormecido en el tiempo, transformando y aprovechando al máximo lo que ya había. Con una nueva estrategia comercial, la intención es aggiornarse al entorno que el mercado demanda”, explica a Ecos365 el arquitecto Walter Isiar, quien encabeza el estudio a cargo de las obras.
Según señala el responsable, la transformación supone mejoras tanto para los empleados como para los visitantes. “Vamos a realizar 300 metros cuadrados de ampliaciones técnicas, es decir sumar entrepisos para mejorar el movimiento del personal, con un circuito más cómodo y que permita reducir costos operativos”, señala Irizar al tiempo que aclara que será dentro de los 6.000 metros cuadrados existentes.
Esto se suma a la eliminación del patio de comidas, un espacio destacado desde sus inicios, de 1.200 metros cuadrados, para dar vuelta la distribución interna y sumar un paseo comercial de al menos 8 locales, como antesala a las góndolas. Si bien aún no están confirmadas las marcas que estarán presente, se espera una surtida oferta de servicios de variados rubros. Asimismo, se reservará un lugar para la propuesta gastronómica que llegue al lugar en formato de restobar.
Cambios en la distribución interna
Hasta entonces, al comercio se ingresa por la derecha, entrando por Eva Perón y se circula contrarreloj. Con la finalización de las obras, la puerta principal estará en la izquierda del ingreso por la avenida y recorrer el supermercado será hacia la derecha, para luego salir directo al estacionamiento del lugar.
Entre las novedades de esta nueva apuesta se destaca que al final del local estará emplazado un Fresh Market, es decir un lugar diferenciado para la comercialización de productos frescos. “Es un lugar donde se ingresa con una ambientación distinta. En este sector, uno se va a encontrar con otra iluminación, otra temperatura, una música diferente, y con eso generas una experiencia de compra en el producto perecedero, pan, carnes y frescos, que es el gran valor de La Gallega”, resalta Isiar.
Para concluir, el arquitecto destaca que todo el movimiento que implican estos cambios son externos al público y van de la mano con el desafío no cerrar ni un día. “Gracias al compromiso de la constructora Edilizia trabajamos con una lógica de intervención que prioriza la operación y no tanto con lo constructivo”, detalla el arquitecto y anticipa que en un mes se hará la inauguración de la primera etapa con los avances iniciales. En tanto para fin de año esperan tener finalizados todos los módulos.
Con 55 años de trayectoria y especial dedicación en el supermercadismo, Isiar Arquitectura es un estudio rosarino con presencia en Bariloche y Paraguay. En Rosario además de estar a cargo de remodelar La Gallega, trabajaron en otros supermercados de renombre y en el cambio de imagen de locales de la firma Royal. En la actualidad, están realizando la instalación del local de la bombonería en la planta baja de La Favorita.
Fuente: Rosario 3
