En México planea la expansión de su billetera digital Cashi.
A principios de marzo, en un anuncio esperado por un mercado dominado por Baz (del Grupo Salinas), Spin by Oxxo (de FEMSA ) y MercadoPago (de MercadoLibre), Walmart de México y Centroamérica (Walmex) dijo que las autoridades financieras mexicanas le autorizaron la adquisición de una Institución de Fondos de Pago Electrónico (IFPE).
Un mes después, la operación se consumó al conocerse el nombre de la entidad, Trafalgar. Ejecutivos de la firma, de la que Walmart tiene la mayoría accionaria, han dicho que con la operación buscan “desbloquear el potencial de Cashi” empezando con transferencias, retiros y remesas, sin descartar en un futuro, los créditos y otras soluciones financieras.
“Queremos ser la mejor aplicación de servicios financieros de México y eso requiere inversión permanente”, dijo a Reuters Marcelino Herrera, vicepresidente senior de Servicios Financieros de Walmex. “Primero tienes que ser la mejor para después ser la más grande”, agregó.
La apuesta complementa un impulso de Walmart, la mayor corporación pública del mundo, por aprovechar su fuerza para establecerse en el segmento fintech, incluso cuando la turbulencia en los mercados ha alimentado el nerviosismo sobre nuevas formas de financiamiento.
Por su parte, Walmart asignará más de 15,000 millones de dólares en gastos de capital este año para invertir en automatización y flujos de ingresos alternativos, incluido su negocio publicitario, el mercado de terceros y los servicios de entrega.
La cadena con sede en Arkansas, Estados Unidos, espera que estas operaciones contribuyan más a la rentabilidad durante los próximos cinco años que su negocio minorista central.
Fuente: eleconomista.com.mx