Los centros comerciales de la Ciudad apuran el cierre de temporada con beneficios que se extenderán hasta marzo.
Enfocados en volver a los números económicos pre pandemia, los shoppings siguen ajustando sus esquemas operativos mientras activan nuevas estrategias para incrementar el volumen de ventas. En esa dirección, desde la entidad que integra a los centros comerciales de Capital Federal anticiparon que en estos días se iniciará una campaña con descuentos de hasta el 50 por ciento con fecha de vencimiento fijada para el principio de marzo.
El beneficio, indicaron desde la Cámara Argentina de Shoppings Centers (CASC), estará vigente para los clientes de la mayoría de los bancos y la totalidad de las tarjetas de crédito. Desde la perspectiva de acelerar el cambio de temporada, el grueso de estos descuentos estará vigente en locales de indumentaria y calzado.
«La necesidad de incrementar las ventas, sumado a que estamos llegando al fin de temporada, explica está decisión de aplicar rebajas tan fuertes. Confiamos en que serán muy interesantes para quienes se acerquen a los shoppings y que nos permitirá mejorar mucho los números. Venimos de un enero que no fue bueno más allá de que quien viene a los shoppings compra y ya no pasea», dijo Mario Nirenberg, gerente general de la CASC.
Además de la expectativa puesta en estos descuentos agresivos, los shoppings confían en la vuelta de los complejos de cines como otra variable que empujará la recuperación del sector. Según el directivo, las salas volverán a encender sus pantallas antes de que concluya febrero.
«Nos han dicho que las reaperturas tendrán lugar este mes. La mayoría de las cadenas están entusiasmadas y han hecho fuertes inversiones en temas sanitarios como la instalación de filtros de aire, por ejemplo. Igualmente, hay que ver cómo será la oferta de películas porque hay una escasez importante de títulos», comentó Nirenberg.
En cuanto al protocolo que regirá para los complejos, trascendió que la capacidad de las salas no deberá superar en ningún caso el 50 por ciento. Se aceptará la presencia de grupos de hasta seis personas, en lo que se llama «burbuja de recreación», las cuales deberán mantener una distancia de entre 1,5 y dos metros con el resto de los espectadores, para lo que al menos se dejará una butaca libre de cada lado.
Por su parte, el público deberá permanecer con tapabocas puesto y solo podrá quitárselo momentáneamente para ingerir algún alimento o bebida.
Además, cada sala deberá contar con un adecuado sistema de ventilación, será sanitizada antes y después de cada función, habrá zonas debidamente demarcadas para mantener la distancia social y se abrirán las puertas diez minutos antes de que termine la exhibición.
«Con lo que pasó en el mundo, quedó demostrado que el riesgo de contagio en las salas es de moderado a bajo. La gente cuando ingresa tiene butacas vacías alrededor. Todos miran hacia el mismo lado. No está permitido hablar, el que lo hace lo hace con el que tiene al lado. Las microgotas no se expanden, como puede pasar en un boliche o en un bar», declaró recientemente Martín Álvarez Morales, CEO de Cinemark-Hoyts y presidente de la Cámara Argentina de Exhibidores Multipantallas (CAEM).
Fuente: Iproup