Cadenas aceptan efectivo para el pago de servicios.
Las vías de cobro que quedaron activas exigen tener tarjeta de débito o de crédito. Y los no bancarizados, sin opciones, protestan en las redes. Una por una, cómo se pueden abonar las boletas clave del hogar.
Las facturas se acumulan y muchos, aun teniendo el dinero en la mano, no consiguen abonarlas.
Forman parte de la enorme economía informal argentina. No se manejan con tarjetas. No tienen home banking ni banca móvil. En tiempos normales, en los primeros días de cada mes, se los veía hacer colas para pagar sus facturas de impuestos y servicios en efectivo. Pero todo cambió al llegar la cuarentena obligatoria generalizada por el coronavirus. Ahora las facturas de abril empiezan a acumularse, los vencimientos se acercan y los no bancarizados se desesperan al no encontrar, cerca de su lugar de aislamiento, locales que les acepten billetes para pagar la luz, el gas, el agua, el cable, el ABL y otras boletas básicas.
En los últimos días, en las redes sociales de las empresas de servicios y de las redes de cobro, las protestas por el tema se multiplicaron. «Quiero pagar el teléfono y hace días que no puedo porque no tengo tarjetas, tengo efectivo. ¿Cómo hago?», consultó por ejemplo Silvia Etchegaray, vecina de Mar del Plata. «No todos tenemos tarjeta, ¿cómo voy a pagar el seguro y los servicios básicos de la casa?», protestó Juan Lamas. «Ya tengo servicios vencidos, ¿cómo hago para pagar en efectivo?», consultó Silvia Eirin, desde Villa Devoto.
Pago Fácil aclara a su vez que el pago de facturas está «habilitado» en cadenas como Correo Argentino, Carrefour Express, Cooperativa Obrera e Hiper Libertad, donde «se aceptan pagos en efectivo», aunque aclaran que «el servicio puede verse limitado por restricciones propias de cada red». Y, de hecho, quienes se acercaron a esos locales en los últimos días se encontraron muchas veces con el cobro de facturas «suspendido» o con que la atención estaba sumamente limitada, tanto en horarios como en personal.
Muchos, por último, se habían habituado a pagar impuestos y servicios electrónicamente con “billeteras virtuales” como MercadoPago y Ualá. Pero su uso también se volvió problemático en cuarentena para los no bancarizados porque este público dependía de Pago Fácil y Rapipago para poder cargar, entregando billetes, el saldo con el que luego abonaban las facturas.
En este marco, desde las principales empresas de servicios admiten que por ahora no hay solución para los pagos de estos clientes, más que “pedir prestado a alguien la tarjeta o el home banking” (hablan de promover la «solidaridad digital») o bien esperar al fin de la cuarentena, amparándose en el decreto que impidió los cortes de servicios esenciales para sectores postergados que adeuden hasta tres facturas.
Tampoco hay todavía respuestas concluyentes sobre si se aplicarán o no los recargos por pago fuera de término. «Todo se va analizando día a día -dicen en otra compañía-. Esperamos que después de Pascuas se vaya normalizando la situación».
Fuente: Clarín