ENFOQUE WEBRETAIL – Políticas conspirativas, alianzas, represarias y ciudadanos en las calles. ¿Qué pasa con el escenario que vive Latinoamérica?
Políticas conspirativas con el Foro de São Paulo y la injerencia venezolana-cubana en la mira, una “brisita bolivariana” en el ojo de la tormenta, un modelo político que parece haber explotado en distintos sectores de Latinoamérica y una solución que parece no llegar; son solo algunos temas que describen el momento que vive distintos países vecinos como Ecuador, Chile, Bolivia, Paraguay y Perú, por mencionar algunos.
¿Qué es lo que sucede? ¿Existen fuerzas que quieren derrocar gobiernos? ¿Se precipita un golpe de estado inminente? ¿Los ciudadanos salen a la calle por decisión propia, incentivados por una inclinación política o unidos debido su cansancio ante políticas inadmisibles? Son algunas de las consultas que suenan de forma constante en cada charla de café y en cada reunión. Lo cierto es que la respuesta dependerá de la posición tome cada uno de los pensadores y el criterio al que se orienten.
A pesar que el mundo está en caos, ya que Barcelona y París no quedan exentos a semejante problemática, Argentina se mantiene –al menos por el momento- al margen, ya que atraviesa una situación en la que dirime qué tipo de gobierno –entiéndase como estilo y gestión política- quiere para los próximos cuatro años. A la espera del escrutinio del próximo 27 de octubre, el país no sólo ve con ojos y dedo crítico lo sucedido en Latinoamérica, sino que analiza el no llegar a semejante extremo.
Las protestas en Plaza de Mayo y aledaños a los Consulados de Chile y Ecuador, al igual que en plazas representativas de dichos países; provocaron inconvenientes en la vía pública y una fuerte represaria policial que concluyó con la palabra de la ministra de seguridad Patricia Bullrich, quien tuvo que dar las explicaciones del caso y sostuvo que hay que estar alertas para una posible desestabilización. En tanto, el canciller argentino Jorge Faurie y el candidato a vicepresidente Miguel Ángel Pichetto, se expresaron en términos similares al denunciar que existe una injerencia venezolana-cubana en las olas de violencia que se vivieron en las últimas semanas en Argentina.
Si bien los análisis continúan y a ciencia exacta aún no se pudieron responder ninguno de los interrogantes antes mencionados, al día de hoy hay algo que está claro: existe un declive gradual en la calidad de la democracia que golpea al mundo. Ya no se necesitan tanques en las calles para terminar con las instituciones y las libertades individuales, ya que sus propios gobernantes, los que llegaron por las urnas y que no pueden adaptarse a este mundo de imprevisibilidad y caos, los que como muchos mandatarios latinoamericanos se mantienen en el poder a base de mentiras, son los que se ocupan de erosionar nuestra calidad de vida. Y Argentina, sin querer queriendo, está inserta en ese mundo.