Por Carlos Canudas, consultor internacional de franquicias.
Los ya tradicionales polos gastronómicos: Las Cañitas, Puerto Madero, Recoleta, Palermo Soho, Palermo Hollywood y San Telmo fueron conquistados por las franquicias gastronómicas, en parte primero por las cafeterías y las heladerías, luego por las cervecerías y más tarde por las hamburgueserías.
Ahora bien, con el tiempo vimos crearse otras zonas como la avenida Pedro Goyena y sus inmediaciones que se convirtió en un nuevo polo gastronómico premium de Caballito, donde brillan las marcas que franquician: Antares, Patagonia, Cervelar, Sushi Pop, Fabric Sushi, Bonafide, The Coffee Store, Café Martínez, Le Blé, Tienda de Café, Nucha, Rapa Nui, Freddo, El Podio Heladería, Almacén de Pizza.
También los alrededores de la plaza de Villa Devoto, se convirtió en una zona importante para las franquicias (Café Martínez, Burger 54, Lucciano´s, Crepas, Fabric Sushi) y a partir de allí fueron surgiendo polos gastronómicos más barriales. Un claro ejemplo es Villa Urquiza que fue creciendo demográficamente y de la mano de las cervecerías artesanales, las franquicias fueron cubriendo la zona (Antares, Hormiga Negra, entre otras) donde también surgió el DoHo -apócope de Donado-Holmberg- con locales de Le Blé, Chungo, Freddo, Lucciano´s, Mi Barrio, La Guitarrita, entre otros.
Otras zonas en vías de desarrollarse como polos gastronómicos son: Chacarita y los alrededores de Parque Saavedra, donde se destacan Dandy, Chungo y Whoopies.
En la Provincia de Buenos Aires ocurrió lo propio, las zonas denominadas Las Lomitas y Lanusita fueron polos del sur del primer cordón conquistados por las franquicias, al igual que la calle Martin Fierro en Parque Leloir en el Oeste; pero en la pos pandemia resurgieron dos más: Paseo Mendoza en Maschwich, donde la mayoría de sus locales se transformaron en gastronómicos (Help Pizza, Sushi Club, Creps Kreap´s, Taco Box) y Pueblo Caamaño en Pilar (Bagel & Bagel, Freddo, Café Martínez, The Coffe Store)
Más recientemente, nacieron los denominados “mercados gastronómicos o food hall” que son lugares rodeados de cocinas, puestos y food truck con diferentes estilos donde prima el buen ambiente. Estos espacios nacen inspirados en los mercados tradicionales de las ciudades, de hecho, muchos son antiguos mercados reformados. Son ejemplo de ellos Mercat Villa Crespo, donde marcas como Dulce de Leche & Co y Koi ya están presentes; El Mercado de los Carruajes en Retiro, El Patio de los Lecheros en Caballito/Flores y en el Campo Argentino de Polo, el denominado Bocha que, si bien son propuestas gastronómicas más individuales, ya empieza a notarse el interés de las marcas que franquician en poner un pie en ellos, porque es una tendencia que se viene y no quieren quedarse afuera.
Las franquicias gastronómicas no son solo los rubros tradicionales, también encontramos conceptos muy innovadores y muy adaptables a estos nuevos mercados que están naciendo, como casas de comidas saludables, vegetarianas, restaurantes temáticos, creps, casas de té, chocolaterías y bebidas en general.
La Simbiosis entre los polos gastronómicos y las franquicias favorece a ambas partes, el uno se nutre del otro. Y me animo a presagiar que muchas de las marcas individuales que hoy comienzan su trayectoria en estos mercados gastronómicos, se volverán a la postre, en franquicias consagradas.