Con un incremento de más del 60% en las exportaciones, los fabricantes nacionales de helados, tanto artesanales como industriales, planean expandirse para triunfar en nuevos mercados; Estados Unidos, Europa y América Latina son los objetivos.
De crema o de agua, en cucurucho, vaso o palito, artesanal o industrial. En todas sus variantes, el helado argentino tiene una fiel legión de fanáticos en el país dispuestos a disfrutar de sus virtudes tanto en el más áspero de los veranos como en el más crudo de los inviernos.
Creado sobre la base de la tradición heredada de los inmigrantes italianos, este producto ha comenzado a ser reconocido en todo el mundo por su calidad, con premios y menciones en varios concursos extranjeros.
Según un estudio de Mordor Intelligence, se espera que el valor del mercado global de los helados trepe hasta US$89.500 millones en los próximos cinco años, con una tasa de crecimiento anual compuesto del 4,9% para el período comprendido entre 2018 y 2023.
Los fabricantes de helado argentino (tanto artesanal como industrial) no desconocen la oportunidad que existe fronteras afuera. Con paciencia, han comenzado a diseñar sus estrategias para conquistar los paladares extranjeros y ganar más peso en el escenario internacional.
Fuente: La Nación