ADELANTO WEBRETAIL – Beatriz Maurino, directora de Funcional León, confesó que la empresa estaba en vísperas de una inauguración pero la pandemia los obligó a postergar el plazo de apertura.
La pandemia afectó a las cadenas no sólo en cuanto a las medidas preventivas, el abastecimiento y los proveedores, sino también en los planes de expansión. Un caso de esto es Funcional León, que según confesó su directoria Beatriz Maurino: «Estamos construyendo una nueva boca de ventas en Charata que pretendíamos abrir a mediados de año pero se complicó con todo esto y ahora los tiempos para abrirla son inciertos, aunque esperemos sea cuanto antes».
Sin embargo, no fue lo único que le consultamos, ya que también queríamos conocer cómo actuaron sus clientes ante las medidas preventivas que optó la compañía. «El consumidor aceptó los límites de horario y de ingreso al local con mucha tranquilidad, hacen colas en la vereda y mantienen la distancia social requerida», aseguró y continuó: «En cuanto al consumo no vemos cambios significativos salvo la caída de ventas en las rotiserías porque al quedarse en casa se cocina más en forma casera; en la venta de algunas bebidas alcohólicas que son más sociales -como el champan y espumantes-; y en carnicería, específicamente en la venta de cortes como asado que está más vinculados a las reuniones. En tanto, las ventas de pascuas fueron flojas tanto de huevos como de pescadería a falta de la reunión familiar».
En cuanto a la relación con las entidades gubernamentales Maurino contó que «es buena». «Nos adaptamos a todas las reglamentaciones restrictivas. Controlamos todo el listado de Precios Máximos y adecuamos cosas muy puntuales en las que estábamos por arriba del límite», sostuvo la directoria de Funcional León y contó que internamente «somos rigurosos con la limpieza del local. Limpiamos cada rato con agua con lavandina los carritos y canastos, rociamos las manos de los clientes con agua con alcohol cuando ingresan al local, los empleados usan barbijos y los cajeros también las máscaras cubrecara para mayor protección».
Para terminar, preguntamos si están preocupados por lo que quedará vigente una vez que todo esto termina. «En lo personal estoy muy preocupada por el impacto económico que va a tener todo este parate en la economía. Las consecuencias van a ser dramáticas en cuanto a cierres de empresas, caída de empleo, pobreza, morosidad, conflictividad social, inseguridad, etc. La argentina comenzó con este problema desde una situación de gran vulnerabilidad, a diferencia de otros países», relató y concluyó: «Me preocupa la situación de muchas empresas porque no se está haciendo nada para preservarlas. Otros pases bajan impuestos, a nosotros nos castigan con prohibiciones de despidos, doble indemnización, entre otras cosas; y no nos brindan ningún alivio para los que tenemos más de 200 empleados».
Nota completa en la edición mayo de Revista RETAIL.