La cadena llegó a CABA y planea abrir un mayorista en la provincia de Buenos Aires.
Su dueño es Jorge Munúa, tiene 52 años, y arrancó en 2003 con su primer supermercado. Su abuelo fue carnicero, su padre también. “Nací y me críe en una piecita en el fondo de una carnicería de Ituzaingó. Mi papá arrancó alquilando y luego compró. Arranqué trabajando con mi viejo a los 12 años, atendía el mostrador. La carnicería se llamaba El Abastecedor, por eso aunque me digan que el nombre no es marketinero, no lo quiero cambiar, es un homenaje”, señaló.
A los 30 años, se animó y abrió una verdulería, más tarde le sumó carnicería, fiambrería, a los 35 años tenía su primer supermercado en Martín Fierro y Segundo Sombra, Ituzaingó. Cuando se le pregunta cual fue el secreto para poder crecer, no duda: “No hay recetas mágicas, junto a Silvina Tasca, mi mujer, trabajábamos 17 horas por día. Hoy nos acompañan nuestros hijos. Así fuimos creciendo con la ayuda de todo el equipo de trabajadores, hoy son 600 empleados en forma directa, más 400 en forma indirecta”.
El Abastecedor tiene 8 locales propios, 3 franquicias y un centro de distribución de eCommerce en Moreno. La mayoría son supermercados de proximidad que tienen un promedio de 900 metros cuadrados, pero también hay locales de 1500 metros cuadrados.
Una de las fortalezas de la cadena es la venta de carne. Jorge Munúa contó: “Tenemos producción ganadera en la provincia de La Pampa. La carne es nuestro diferencial, hacemos todo de cero, hacemos faena, distribución, todo sin intermediarios, lo que nos permite posicionarnos con buenos precios. Manejamos un rodeo propio de alrededor de 5000 cabezas en producción. Vendemos 60.000 kilos de carne semanales, el 25% de la facturación es la venta de carne”.
En medio de la pandemia, lanzó su eCommerce y amplió su zona de alcance. Munúa confesó a BAE Negocios: “La pandemia terminó siendo un viento de cola, estamos vendiendo un 20% más de unidades que el año pasado. El ecommerce venía en desarrollo pero el Covid aceleró los tiempos y ahora representa el 20% de nuestra facturación. Se puede comprar online y al día siguiente el pedido puede estar en Caseros, en General Rodríguez o en la Ciudad de Buenos Aires. Desde hace un mes, desembarcamos en CABA en varios barrios porteños como Liniers, Villa Luro, Floresta, Devoto y Flores, entre otras y seguiremos avanzando, el tema es no tropezarse y garantizar la entrega. Todo nos ayudó y somos la empresa de supermercados regional que más vende por eCommerce en la provincia de Buenos Aires”.
El costo del envío es de $200 más IVA, pero la semana pasada no cobraron el envío y las ventas treparon como nunca. Se trató de una prueba piloto, y según confía Munúa, parece que está casi decidido que no cobrarán el delivery. Quieren ser la única cadena de supermercados que no cobre el costo de envío, sin importar la distancia y con el compromiso de entregar la mercadería al día siguiente.
La cadena de supermercados evalúa no cobrar el delivery
Los proyectos futuros siguen viento en popa. Munúa confirmó: “Abriremos un nuevo local en Bella Vista, esta demorado por la pandemia, pero no suspendido. Estamos avanzando con la apertura de un mayorista en Merlo, presentamos el proyecto, estamos esperando la aprobación del municipio”.
Sobre el cambio de consumo en la pandemia, el dueño de El Abastecedor contó: “Los primeros meses la gente pensó que se iba a encerrar por mucho tiempo y compró como si fuera la semana de Navidad. Llegamos a tener picos de venta de un 50% más de productos. Hubo cambios muy fuertes, creció la venta de vinos de alta gama que venía frenada. Se tomaba mucha cerveza y este año se volvió a los vinos. Hablando de vinos, eso que dicen que son más baratos en los supermercados chinos es un mito, eso es porque los comparan con las grandes cadenas que les remarcan mucho. En El Abastecedor tenemos mejor precios que en los chinos”.
Hay un tema que preocupa a Munúa: “La empresa esta teniendo un serio problema con el comercio marginal, con los que no tributan. Me reuní en el municipio, hice la denuncia en AFIP, pero no puedo competir con negocios que no pagan impuestos. Manejar una empresa se vuelve imposible. Sí, recibo controles de precios casi todos los días en las sucursales. Nos tenemos que unir políticos, sindicatos y empresarios y tirar para el mismo lado. Los empresarios no somos ningunos santos, pero tampoco somos todos iguales. En más de 30 años no tengo ni un cheque rechazado, ni un problema con un proveedor”, advierte.
Pese a todo, piensa en seguir creciendo. Abrirá locales propios o a través de franquicias, pero la idea es expandirse.
Fuente: BAE Negocios